[...] En aquellos días había aparecido un demonio llamado Taraka; su fuerza, gloria y majestad eran verdaderamente grandes.
Había conquistado todos los planos, así como a sus guardianes, y todos los dioses se habían visto destituidos de su felicidad y prosperidad.
Taraka no conocía la edad ni la muerte, y era invencible. Los dioses habían luchado contra él muchas veces, y siempre perdían. Entonces acudieron a Viranchi y le hablaron de sus males.
El Creador les encontró en un estado muy miserable. Y les consoló diciendo:
"El demonio sólo morirá cuando nazca un hijo de los lomos de Sambhu, pues solamente él podrá vencerle.
Actuad de acuerdo a lo que os digo. Dios os ayudará y su plan tendrá éxito.
Sati, que dejó su cuerpo en el sacrificio realizado por Daksha, ha vuelto a nacer en casa de Himachala.
Ha sufrido penitencia para ganar la mano de Sambhu; y Shiva ha renunciado a todo y ha quedado absorbido en la contemplación.
Aunque no parezca adecuada, escuchad mi proposición.
Id a Cupido y enviadlo a Shiva; dejad que rompa la serenidad de su mente.
Luego iremos y postrándonos a los pies de Shiva le convenceremos para que se case, aunque sea en contra de su voluntad.
Solamente así quedarán atendidos los intereses de los dioses." [...]
Había conquistado todos los planos, así como a sus guardianes, y todos los dioses se habían visto destituidos de su felicidad y prosperidad.
Taraka no conocía la edad ni la muerte, y era invencible. Los dioses habían luchado contra él muchas veces, y siempre perdían. Entonces acudieron a Viranchi y le hablaron de sus males.
El Creador les encontró en un estado muy miserable. Y les consoló diciendo:
"El demonio sólo morirá cuando nazca un hijo de los lomos de Sambhu, pues solamente él podrá vencerle.
Actuad de acuerdo a lo que os digo. Dios os ayudará y su plan tendrá éxito.
Sati, que dejó su cuerpo en el sacrificio realizado por Daksha, ha vuelto a nacer en casa de Himachala.
Ha sufrido penitencia para ganar la mano de Sambhu; y Shiva ha renunciado a todo y ha quedado absorbido en la contemplación.
Aunque no parezca adecuada, escuchad mi proposición.
Id a Cupido y enviadlo a Shiva; dejad que rompa la serenidad de su mente.
Luego iremos y postrándonos a los pies de Shiva le convenceremos para que se case, aunque sea en contra de su voluntad.
Solamente así quedarán atendidos los intereses de los dioses." [...]